domingo, 22 de marzo de 2015

Taichi. Energía en equilibrio

Saludos de nuevo a El Rincón del Sueko. El T’ai-Chi-Ch’uan, más conocido como taichi, es un arte marcial con aplicaciones terapéuticas originario del imperio chino, y cuya práctica está relacionada con la consecución de un mayor equilibrio físico y psíquico.

Un Sueko practicando Taichi 


Respecto al nacimiento de esta disciplina, existen diferentes teorías sobre cómo se originó y evolucionó, ya que, tal y como sucede en otras técnicas milenarias, en la explicación de su origen se entremezclan mito, leyenda y realidad. Lo que sí se ha demostrado es la vinculación directa del taichi con el Taoísmo, una religión oriental con más de 2.500 años de antigüedad y que tiene como objetivo principal la búsqueda del camino o tao.

Cuenta la leyenda más extendida sobre el taichi que, hace varios cientos de años, un monje taoísta llamado Zhang Sang Feng vio cómo peleaban una grulla y una serpiente. La grulla, por más que intentó clavar su pico en la serpiente no lo consiguió, ya que ésta siempre la esquivaba. Así, de la observación de los movimientos de la serpiente nacería el T’ai-Chi-Ch’uan.


Los fundamentos del taichi.

Este arte marcial forma parte de la Filosofía de la Naturaleza china y, como tal, está vinculado directamente con otros conceptos como el Yin y el Yang, el Chi (Qi) y, por sus aplicaciones terapéuticas, con otros aspectos de la medicina tradicional china.

El Yin y el Yang están relacionados con la observación del sol y la luna y con el paso de las estaciones. Son dos extremos opuestos que, al mismo tiempo, están interconectados y que forman parte de un todo. Por tanto, este concepto describe las cualidades opuestas de las cosas como, por ejemplo, el masculino y el femenino, el bien y el mal, el día y la noche o el amor y el odio. A la hora de identificarlos, el Yin sería la zona oscura y el Yan la parte más clara. La presencia de uno dentro del otro implica que interactúan y que son complementarios. Es decir, no tienen sentido ni se entenderían si ambos no existieran.

Por su parte, el Chi (Qi) hace referencia a la energía. Todos los elementos que conforman la naturaleza estarían estructurados en función de dicha energía y sus diferentes combinaciones. Como el campo de actuación de la energía (Chi) es tan amplio, la tradición china lo clasifica mediante tres categorías: Cielo, Tierra y Hombre. El Chi Celeste se asocia a los fenómenos atmosféricos y climatológicos, los cuales están directamente relacionados con el Chi Terrestre–por ejemplo, sin lluvia se secarían las plantas– y con el Chi Humano que, a su vez, estaría influenciado por los otros dos.

Toda persona, animal o planta posee su propia energía o Chi, la cual tiende a estar en equilibrio. Cuando esto no sucede así, es cuando se manifiestan los problemas de salud y las enfermedades.

Son bastante conocidas las numerosas formas de trabajar la energía y de conseguir dicha estabilidad entre nuestro cuerpo y nuestra mente, entre ellas se encuentran los masajes, la acupuntura y la acupresión, el Reiki, el tratamiento con hierbas o la meditación y los ejercicios físicos. Precisamente, dentro de estos dos últimos grupos es donde ubicaríamos el taichi.

Beneficios y contraindicaciones del Taichi

La práctica del taichi está recomendada prácticamente para cualquier edad y sexo por los beneficios que reporta tanto en el plano físico como en el mental. En líneas generales, podemos clasificar dichos beneficios en dos grandes grupos: el control de la energía y las mejoras físicas



En el primero de los casos, y según la filosofía china, la energía vital o Chi es un elemento clave en nuestro bienestar. El hecho de que fluya de forma correcta a través de los meridianos de nuestro cuerpo es la razón de que nos sintamos bien o, por el contrario, de que enfermemos si es que fluye de forma incorrecta.

Por tanto, y en función de dicha creencia, la práctica continuada del taichi sería fundamental para localizar y canalizar de forma adecuada la energía vital de nuestro organismo. Con ello, conseguiríamos la perfecta armonía entre nuestros plano físico y mental, así como con el resto del universo, ya que nuestra energía también se canaliza hacia el exterior e influye en él.

Dejando a un lado las creencias tradicionales chinas respecto a la energía, de lo que no cabe ninguna duda es del hecho de que, al tratarse de un arte marcial, el taichi reporta evidentes beneficios en el plano físico, tanto a corto como a largo plazo. Algunos de ellos son:

  • Reduce considerablemente los niveles de estrés y ansiedad, debido al control de la respiración necesario para la realización de los ejercicios.
  • Mejora la flexibilidad y resulta bastante eficaz a la hora de combatir la artritis o problemas y dolores musculares.
  • Estimula el sistema cardiovascular aunque, al tratarse de movimientos suaves y de ejercicios en su mayoría anaeróbicos, también controla la presión arterial.

Estilo Chen: forma de 18 movimientos.

Esta forma reducida del estilo Chen fue creada por el Gran Maestro Chen Zhenglei, 19 Generación de la Famila Chen, 11 Generación de los Sucesores directos del Taiji Quan. Surgió ante la dificultad de poder asimilar tanta información en los seminarios que realizaba de la forma Lao Jia, ya que esta forma es tan larga que se perdían gran cantidad de detalles de un curso a otro. De esta manera se puede trabajar con mayor profundidad, asegurando la transmisión de los principios a través de una secuencia de movimientos más asequible. Una vez adquiridos estos principios básicos se puede trabajar con formas más largas y complejas.

  1. Qi shi- Empezar la forma.
  2. Jing gang dao dui- Golpear fuerte el mortero.
  3. Lan zha yi- Sujetar la chaqueta perezosamente.
  4. Liu feng si bi- Seis sellos cuatro cierres. 
  5. Dan bian- Látigo simple.
  6. Bai he liang chi- La grulla blanca extiende sus alas.
  7. Xie xing- Andar en diagonal.
  8. Lou xi- Abrazar la rodilla.
  9. Ao bu- Pasos con rodillas dobladas.
  10. Yan shou hong quan- Ocultar mano golpear puño.
  11. Gao tan ma- Observar desde lo alto del caballo.
  12. Zuo deng yi gen- Patada lateral con talón izquierdo.
  13. Yu nü chuan suo- Mujer de jade trabaja el telar.
  14. Yun Shou- Ondular las manos como nubes.
  15. Zhuan shen shuang bai lian- Girar cuerpo y golpear pie.
  16. Dang tou pao- Lanzar puños de cañón.
  17. Jing gang dao dui- Golpear fuerte el mortero.
  18. Shou Shi- Final de la forma (recoger).

Veamos un vídeo con la secuencia completa de los 18 movimientos del Estilo Chen.



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